Galicia encara el próximo año 2011 como un "reto complicadísimo". Los presupuestos de la comunidad caerán entre un 11 y un 12%, la inversión en infraestructuras se reducirá en 20 puntos, la Xunta congelará el número de funcionarios que dependen de ella y revisará algunas prestaciones públicas no esenciales. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, esbozó este escenario "extraordinariamente difícil" para el próximo año durante su intervención, ayer, en el Fórum Europa. Tribuna Galicia, organizado por Nueva Economía.
Ante las extraordinarias dificultades económicas, Feijóo adelantó que el Ejecutivo que preside se basará en la búsqueda del bien común y una acertada selección de prioridades para "discernir" dentro de las prestaciones públicas los servicios "imprescindibles" y otros, a los que denominó "adicionales positivos", que vinculó a la "coyuntura". Con ello, la Xunta buscará "blindar" los servicios sociales básicos.
En este contexto, puso sobre la mesa si en tiempo de crisis es "razonable" mantener líneas de autobuses nocturnas, en referencia al servicio de Noitebús, pensadas para llevar a jóvenes a sitios de ocio los fines de semana, "cuando no hay diurnas para llevar a trabajar a los padres. "Eso es una prestación adicional", que en tiempo de crisis sería "discutible financiarla", sostuvo.
El presidente gallego señaló además como discutible mantener algunas líneas de ferrocarril que estaba previsto que mejorasen pero, como no se ha hecho, "es más barato pagar el desplazamiento" individual de sus escasos usuarios.
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